Internacionales

La alegría está de duelo: fallece Juana, La Cubana

Cuba, el Caribe y el mundo sienten hondo pesar por la pérdida de Juana Bacallao. Por donde pasó dejó su donaire y su huella. Firme huella.

Juana Bacallao es un hecho único en la cultura de Cuba. Se encontraban en ella arrestos de la genialidad de Benny Moré en el sentido de poner orden y dirigir acertada y creativamente sin haber estudiado música. Pero ella siempre supo de sus aptitudes y hasta le metió a la tumbadora y al piano, siempre de oído.

Ella, el extraordinario ser humano y artista que ha sido Neris Amelia Martínez Salazar, nacida el 26 de mayo de 1925 en el barrio de Cayo Hueso, en La Habana, ha partido físicamente este sábado 24 de febrero de 2024.

Recibe las noticias directo en tu Whatsapp.
UNIRME A CANAL DE WHATASPP

El Canal del WhatsApp es más seguro, ya que otros usuarios no ven tu número telefónico

Cuba entera la llora, pero no solo se trata de la Mayor de las Antillas: el Caribe y el mundo sienten hondo pesar por esta pérdida porque por donde pasó dejó su donaire y su huella. Firme huella.

Algunos datos
Fue hija única. Su padre trabajaba en los muelles habaneros, pero la adversidad comenzó a jugarle malas pasadas al principio. A los 6 años de edad ya era huérfana de padre y madre, por lo que fue llevada a una institución de monjas. Neris Amelia se levantó sola.

«Yo pude ser muy pobre, pero inteligente era y de no saber leer ni escribir me superé y alcancé mi sexto grado, eso sí: siempre estaba cantando, siempre haciendo lo que me gustaba».

Luego vino la vida fuera del convento donde estuvo, y las duras circunstancias que la llevaron a trabajar como servicio doméstico. Y estando en esas faenas… y cantando mientras limpiaba unas escaleras, quiso el destino que pasara por allí nada menos que Obdulio Morales, afamado músico,  compositor y director, el autor, entre otros temas, de «La Culebra» (cuidao con la culebra, que muerde los pies). Obdulio quedó impactado con las formas interpretativas de Neris Amelia y la invitó a participar en una producción suya, «El milagro de Ochún», en el habanero Teatro Martí. Neris aceptó.

El maestro Morales la promocionó pronto y cuando llegó su debut le entregó una guaracha para que la estrenara. El título de la guaracha fue «Yo soy Juana Bacallao», y así se quedó para el resto de su vida y para la inmortalidad. A ella no le gustaba el apelativo, pero Obdulio sentenció: «Ese es el que te va a hacer famosa», como en efecto. Es decir que Obdulio Morales fue quien la bautizó artísticamente. Y también la bautizó como Show Woman de Cuba porque desde ese momento la ya entonces Juana Bacallao se convirtió en la sensación de los cabarés cubanos.

El secreto de su gloria
Era una de las dueñas de la noche cubana, y de hecho solía decir que no salía de día porque las estrellas salían de noche y ella era una.

Aun con su notoria popularidad, Juana no llegaba todavía a la televisión. «Negra y fea, pero ellos no reparaban en la gracia de mi trabajo y en las novedades que cargaba conmigo. ‘Yo soy Juana Bacallao, la negra que en el bembé salpico pa’ no mojá'», solía cantar.

Comenzó a trabajar en teatro y cultivó la extravagancia y también el humor, esa picaresca que caracteriza al pueblo cubano. Ya el desenvolvimiento venía con ella desde la cuna.

Mira nuestras noticias en Instagram.
SIGUENOS EN INSTAGRAM


Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba