El País de España: Trump lanza otro ataque a Maduro, sin lograr jaque mate

En un intento por romper el estancamiento político, Nicolás Maduro y Donald Trump mantuvieron una conversación telefónica que, aunque cordial, no trajo consigo avances significativos.

El presidente de EE.UU. destacó que la llamada no tuvo una connotación ni positiva ni negativa, mientras que Maduro la calificó como respetuosa.

Pese a ello, Trump volvió a lanzar un nuevo «desafío» a Venezuela al advertir sobre la posible intervención en el espacio aéreo del país, aunque parece que esta no será una medida definitiva en el conflicto.

De acuerdo con El País de España, el respaldo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) a Maduro sigue siendo un factor clave.

Las autoridades militares, temerosas de represalias si el gobierno cae, se mantienen unidas en su apoyo al presidente.Esta cohesión interna dentro del chavismo ha fortalecido al gobierno frente a las presiones internacionales, especialmente las acusaciones de vínculos con el narcotráfico, que en lugar de dividir, han consolidado la unidad del aparato militar y político.

La opción de una intervención militar por parte de EE.UU. se muestra cada vez más incierta, sobre todo debido al alto costo político y la falta de apoyo popular en Estados Unidos para una nueva guerra.

Trump, consciente de este escenario, estaría tomando la vía más diplomática, buscando una solución negociada a través de la presión sobre ambas partes para llegar a un acuerdo que permita convocar nuevas elecciones presidenciales.

Es probable que en lugar de forzar un cambio de gobierno a través de la fuerza, Trump intente mediar en un acuerdo que implique la reorganización electoral y otras concesiones a nivel interno, como la cooperación en la lucha contra las drogas y el regreso de migrantes venezolanos.

La vía negociada, con la promesa de elecciones limpias y transparentes, parece ser el camino más viable en este momento para desescalar la crisis.

Aunque Trump continúa lanzando desafíos, el escenario de una intervención directa se va alejando, y lo que se perfila como más probable es una salida negociada, en la que las elecciones puedan dar paso a un cambio político sin necesidad de recurrir a la violencia.

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