MCM y Edmundo González advierten que gobierno usa “puerta giratoria” con presos políticos

Los líderes opositores venezolanos María Corina Machado y Edmundo González difundieron un comunicado conjunto en el que cuestionan las excarcelaciones de presos políticos registradas el pasado 25 de diciembre, al asegurar que no constituyen liberaciones reales ni representan avances en materia de derechos humanos.
En el pronunciamiento, ambos dirigentes advierten que las personas excarceladas continúan sometidas a procesos judiciales arbitrarios, con causas abiertas y medidas cautelares que limitan severamente su libertad.
A su juicio, estas acciones responden a una estrategia del gobierno conocida como “puerta giratoria”, mediante la cual se libera selectivamente a algunos detenidos mientras se mantiene intacta la estructura represiva y se abren nuevas vacantes en las cárceles.
Machado y González alertan que, pese a estos anuncios oficiales, más de 900 presos políticos permanecen recluidos en distintos centros de detención del país, muchos de ellos en condiciones inhumanas, sin acceso regular a alimentación adecuada ni atención médica oportuna, lo que pone en riesgo su vida y su integridad física.
El comunicado destaca además que las excarcelaciones han sido posibles, en gran medida, gracias a la presión constante y al sacrificio de los familiares de los detenidos, quienes, en medio de amenazas y hostigamiento, han sostenido la denuncia pública y la exigencia de justicia.
Para los líderes opositores, esta lucha ciudadana ha sido determinante frente a un sistema que criminaliza la disidencia.
En este contexto, Machado y González hacen un llamado directo a la comunidad internacional a no normalizar la situación venezolana ni aceptar estas excarcelaciones como gestos de apertura política.
Exigen, por el contrario, mayor presión internacional, el fortalecimiento de sanciones individuales contra los responsables de violaciones de derechos humanos y el respaldo a los mecanismos de justicia internacional.
Finalmente, reiteran que la única salida justa pasa por el desmantelamiento del aparato represivo del Estado y la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos, a quienes califican como rehenes de un sistema que utiliza la persecución judicial como herramienta de control político.

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