ABC: EE.UU ya tiene capacidad para atacar Venezuela desde el Caribe

Con el reciente aumento de la presencia militar en el Caribe y los refuerzos enviados en los últimos días, Estados Unidos ha fortalecido su capacidad para lanzar ataques aéreos y marítimos en cualquier punto del territorio venezolano, según informes del diario español ABC.
La estructura bélica del Pentágono en la región permite ejecutar misiones de largo alcance, desde misiles disparados desde submarinos y buques hasta incursiones de fuerzas especiales, lo que le otorga una gran flexibilidad operativa.
La vigilancia sobre la costa venezolana se ha intensificado, con aviones de patrullaje y sistemas de monitoreo controlando el territorio y las fronteras, con especial atención en la zona limítrofe con Colombia.
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De acuerdo con los reportes, Estados Unidos mantiene más de 10,000 efectivos militares en la región, desplegados en diversas áreas del Caribe, incluidas Puerto Rico y Trinidad y Tobago.
En este contexto, el dispositivo estadounidense incluye bombarderos B-52, cazas de última generación, buques de guerra equipados con misiles y unidades especiales listas para actuar en cualquier momento.
Un grupo de infantes de marina, conocido como el Iwo Jima, está en disposición para intervenir rápidamente en operaciones por tierra o por aire.
A pesar de que las acciones han sido presentadas inicialmente como parte de una lucha contra el narcotráfico, el gobierno de Donald Trump ha dejado claro que el objetivo es la salida del presidente Nicolás Maduro del poder.
Los recientes vuelos de bombarderos B-52 a menos de 150 millas de la costa venezolana son un ejemplo claro de la estrategia de exhibir músculo militar, mientras que Washington también ha aprobado operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano.
En cuanto a la retórica oficial, desde la Casa Blanca se insiste en que estas maniobras son parte de una operación en defensa de la seguridad nacional y la lucha contra el crimen organizado, aunque los opositores venezolanos aseguran que el trasfondo político es mucho más profundo: la caída de Maduro.
La Administración estadounidense ha señalado que Maduro es un “fugitivo de la justicia” y ha dejado abierta la opción de utilizar la fuerza para capturar a los principales líderes del chavismo, si fuera necesario.
La estrategia estadounidense parece estar tomando un giro hacia la confrontación directa, con la creciente influencia de figuras como el secretario de Estado Marco Rubio y la jefa de Gabinete Susie Wiles, quienes promueven una línea de máxima presión sobre el régimen venezolano.
En este escenario, los opositores a Maduro aseguran que, a pesar de los esfuerzos diplomáticos previos, las posibilidades de un acuerdo para un traspaso de poder se han desvanecido.
Por su parte, el gobierno venezolano ha respondido con maniobras militares y un refuerzo de su aparato de seguridad interna.
Maduro, preocupado por la posibilidad de una invasión similar a la de Irak, ha intensificado la vigilancia dentro de sus Fuerzas Armadas, temiendo posibles traiciones o deserciones.
La situación sigue siendo tensa, con la posibilidad de un conflicto abierto cada vez más latente.
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