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Trato Fallido en Washington: Venezuela Ofreció a Trump Petróleo y Riqueza Mineral a Cambio de Romper con Rusia

«Una delegación venezolana habría ofrecido abrir todos los proyectos petrolíferos y auríferos existentes y futuros a empresas estadounidenses, conceder contratos preferenciales a empresas estadounidenses, invertir el flujo de exportaciones de petróleo venezolano de China a Estados Unidos y reducir drásticamente los contratos energéticos y mineros de su país con empresas chinas, iraníes y rusas. El gobierno de Trump acabó rechazando las concesiones económicas y suspendió la diplomacia con Venezuela la semana pasada»

El diario estadounidense The New York Times reseñó este viernes que funcionarios venezolanos, en representación del Gobierno de Nicolás Maduro, le ofrecieron al gobierno de Donald Trump una participación dominante en el petróleo y otras riquezas minerales de Venezuela a través de conversaciones que duraron meses, según varias personas cercanas a las discusiones.

Esa oferta de gran alcance permaneció sobre la mesa mientras el gobierno de Trump calificaba a la administración venezolana de “cártel narcoterrorista”; reunía buques de guerra en el Caribe, y empezaba a hacer estallar embarcaciones que, según funcionarios estadounidenses, transportaban drogas desde Venezuela.

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En virtud de un acuerdo discutido entre un funcionario estadounidense de alto rango y los principales representantes de Maduro, ofreció abrir todos los proyectos petrolíferos y auríferos existentes y futuros a empresas estadounidenses, conceder contratos preferenciales a empresas estadounidenses, invertir el flujo de exportaciones de petróleo venezolano de China a Estados Unidos y reducir drásticamente los contratos energéticos y mineros de su país con empresas chinas, iraníes y rusas.

El gobierno de Trump acabó rechazando las concesiones económicas y suspendió la diplomacia con Venezuela la semana pasada. Esta medida acabó con el acuerdo, al menos por ahora, dijeron personas cercanas a las conversaciones.

Aunque Estados Unidos ha estado atacando lo que denomina embarcaciones que transportan drogas, el corte de la diplomacia, la concentración militar cerca de Venezuela y las amenazas cada vez más estridentes contra Maduro por parte de funcionarios del gobierno de Trump han llevado a muchos en ambos países a pensar que el verdadero objetivo del gobierno de Trump es la destitución de Maduro.

Este artículo se basa en entrevistas con más de una decena de representantes estadounidenses y venezolanos de facciones dispares que abogan por la diplomacia con Maduro. Describieron sus conversaciones bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente.

Públicamente, el gobierno venezolano ha respondido a la escalada militar de Trump con una actitud desafiante y promesas de defender su administración. Al mismo tiempo, Maduro ha dicho que sigue abierto a las negociaciones y su gobierno continúa aceptando vuelos de deportación procedentes de Estados Unidos.

Aunque Grenell y los funcionarios venezolanos avanzaron en cuestiones económicas, no lograron ponerse de acuerdo sobre el futuro político de Maduro, según personas próximas a las negociaciones. El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, dijo en una entrevista el mes pasado que Maduro no negociaría su salida.

En Washington, los funcionarios estadounidenses ofrecen distintas valoraciones de las conversaciones. Un funcionario estadounidense dijo que los informes sobre las negociaciones sobre el levantamiento de las sanciones y el acceso al mercado venezolano “no eran una evaluación exacta de lo que ocurrió”.

Sin embargo, otros funcionarios estadounidenses dijeron que funcionarios estadounidenses y venezolanos mantuvieron repetidas conversaciones sobre cómo sería la normalización económica, incluido el acceso de empresas estadounidenses a los mercados energéticos venezolanos y el levantamiento de las sanciones estadounidenses.

Mientras Grenell y los enviados de Maduro negociaban un acuerdo, la líder opositora, María Corina Machado, presentó su propia propuesta económica en Washington.

Machado argumentó que a las empresas estadounidenses en Venezuela les esperaba una riqueza económica aún mayor —1,7 billones de dólares en 15 años— si su movimiento lideraba una transición política.

Su asesora económica, Sary Levy, dijo que la bonanza inversora ofrecida por Maduro nunca se materializaría sin democracia, Estado de derecho y libertades individuales.

“Lo que Maduro ofrece a los inversores no es estabilidad, es control, un control mantenido mediante el terror”, dijo Levy. “El gobierno de Trump ha mostrado una clara intención de no caer en estas ofertas de soluciones fáciles”.

El acercamiento económico de Maduro a Estados Unidos también se ha extendido al sector privado, en un intento de fortalecer su influencia en Washington.

La petrolera estatal venezolana le ha dado a Chevron, la mayor empresa estadounidense que opera en Venezuela, el control total de sus proyectos petrolíferos conjuntos, y ambas entidades han discutido la posibilidad de darle a Chevron una participación en otro importante yacimiento petrolífero.

Las autoridades venezolanas han hecho esfuerzos para reparar las relaciones con otro gigante petrolero estadounidense, ConocoPhillips, que abandonó Venezuela en 2007 después de que el gobierno confiscara sus operaciones. El gobierno de Maduro y Conoco han estado negociando un acuerdo de comercio de petróleo este mismo año, según dos personas familiarizadas con las conversaciones.

Una persona familiarizada con las negociaciones dijo que Maduro vaciló inicialmente ante la exigencia estadounidense de limitar los vínculos económicos de Venezuela con China, Rusia e Irán.

Pero finalmente vio que aflojar esas alianzas era un precio inevitable para evitar la intervención militar estadounidense, dijo la persona. Para maximizar los ingresos ante la presión estadounidense, Venezuela también ha dejado de enviar petróleo a Cuba, lo que ha agravado la grave escasez de electricidad en la nación aliada.

Los partidarios de las relaciones económicas con Maduro han conseguido pequeñas victorias.

El Departamento del Tesoro emitió el miércoles otra licencia que, en efecto, le permite a Shell, la mayor empresa energética de Europa, reanudar sus trabajos en Venezuela. Con el nuevo permiso, Shell podría empezar a producir gas de un enorme yacimiento venezolano en alta mar tan pronto como el año próximo, según una persona familiarizada con el acuerdo. El gas del yacimiento, conocido como Dragón, se procesará y venderá desde la vecina Trinidad.

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