Caos en avión de American Airlines por el nombre de una red Wi-Fi
Un vuelo de American Airlines que partió del Aeropuerto Internacional Austin-Bergstrom en Texas vivió momentos de tensión y confusión. A medida que los pasajeros se preparaban para disfrutar de su viaje en el avión, la situación se tornó alarmante.
Aunque inicialmente el piloto se comunicó con los pasajeros para informarles que había un “problema administrativo”, pronto quedó claro que la verdadera razón detrás del regreso al aeropuerto era mucho más seria.
El incidente se debió a que un pasajero decidió nombrar su red Wi-Fi como “Hay una bomba en el avión”. Cuando el piloto recibió la notificación sobre el inquietante mensaje decidió alertar a las autoridades.
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Este acto provocó la evacuación del vuelo, identificado con el número 286, que se dirigía a Charlotte, Carolina del Norte. Por causa de este problema, los pasajeros enfrentaron un retraso de casi cinco horas.
Alarma en el avión
Tras la alerta, las fuerzas de seguridad se movilizaron rápidamente. Un teniente abordó el avión para evaluar la situación y pidió a los pasajeros que levantaran la mano si se trataba de una broma.
Ante la falta de respuestas, todos los ocupantes fueron escoltados fuera del avión para someterse a un exhaustivo proceso de seguridad. Los pasajeros fueron obligados a mostrar el nombre de su punto de acceso Wi-Fi a las autoridades.
Bruce Steen, un pasajero de 63 años, relató a ABC News cómo se desarrollaron los acontecimientos. Según el testigo, la situación no solo generó preocupación entre los pasajeros, sino también llevó a un procedimiento riguroso.
Las maletas fueron descargadas del avión y sometidas a inspección con perros detectores de explosivos. Afortunadamente, tras la revisión minuciosa tanto personal como del equipaje, no se encontraron indicios de peligro.
Finalmente, después de casi cinco horas desde el inicio del incidente y tras asegurar que todo estaba bajo control, el vuelo pudo despegar nuevamente hacia su destino alrededor de las 06:15 p.m.
A pesar del caos momentáneo, las autoridades informaron que no hubo otros impactos significativos en las operaciones del aeropuerto ni en los siguientes vuelos programados en el aeropuerto.
Este incidente subraya la seriedad con la que las autoridades toman cualquier mensaje o palabra dentro de aviones comerciales. Por ahora, las investigaciones continúan para identificar al responsable detrás de esta falsa alarma.
Agencia
