Desesperada, madre venezolana viajó en búsqueda de su hija desaparecida en Perú y la halló en la morgue

Una madre llegó desesperada desde Venezuela en busca de su menor hija de 15 años que huyó de ese país en compañía de su pareja para supuestamente vivir en paz, ya que sus padres no aceptaban esa relación porque sufría de maltrato físico y psicológico por parte de este hombre que decía amarla.

Greyver Pacheco Veroes, la convenció de viajar al Perú, pensando que su vida cambiaría y los maltratos se quedarían atrás, pero nada más alejado de la realidad ya que seguía siendo maltratada en su la vivienda en Ate donde alquilaron un cuarto para vivir juntos.

Según familiares de la víctima, Greyver Pacheco era posesivo, tenía celos enfermizos y no dejaba salir a Diosangela Anais Cabriles Valles, incluso la iba a buscar a su trabajo como manicurista para ver lo que estaba haciendo. Esto hizo que la relación se fracturara y ella rompiera con él al darse cuenta que nunca cambiaría.

Durmió con el cadáver

Estos hechos se remontan al año 2021, justo en el mes de octubre, cuando ella decidió ponerle fin a la relación e irse a vivir con su amiga. Ese mismo día, ambas decidieron celebrar y asistir a una discoteca. Al día siguiente Greiver la buscó para convencerla para ir nuevamente al departamento de Ate, supuestamente para arreglar las cosas, en el lugar discuten una vez más y según la policía, él la habría ahorcado hasta matarla.

Según información de la policía, el feminicida durmió con el cadáver de Diosangela y arrojó el cadáver en una zona deshabitada. Días después, los vecinos de la zona encontraron un cadáver envuelto en costales, bolsas y frazadas, por el mal olor que desprendía pensaron que se trataba de algún animal muerto.

Búsqueda implacable de la madre

La madre de la menor de 15 años siempre mantenía comunicación con ella, donde le decía que quería regresar a Venezuela porque la extrañaba y ya no aguantaba estar junto a Greyver Pacheco Veroes por los constantes maltratos.

Los temores por no recibir llamadas de su hija la hicieron pensar lo peor, pero el 4 de octubre recibió un mensaje del celular de Diosangela donde le dice que se había mudado a Quito, Ecuador, junto a unas amigas para trabajar y que estaba sin teléfono porque le habían robado. Esto la hizo sospechar mucho y por ello llegó al Perú para buscarla.

Los meses de búsqueda seguían pasando y el caso fue trasladado a la División de Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas. Tras un minucioso trabajo de inteligencia, el cuerpo de la menor fue encontrada en la Morgue y había llegado como persona no identificada.

Para fortuna, unos rasgos ayudaron a identificarla, además tenía puesto una casaca, un polo y un short que le pertenecían a Greiver Pacheco. Con todas las evidencias e indagaciones, la Policía descubrió que el sujeto se encontraba en el penal de Lurigancho por el delito de receptación.

Confesó el crimen

Greyver Pacheco Veroes, confesó haber matado a la menor tras discutir y como ella no quería regresar con el, la estranguló con un pasador de zapatilla.

La Patilla