Tamara Suju advierte sobre nueva cárcel para presos políticos: “Asemeja a una gran jaula para animales”

Como una «gran jaula para animales» describió Tamara Suju, abogada de Derechos Humanos, la apertura de una nueva cárcel para presos políticos. Este miércoles, la activista publicó en su cuenta de X el traslado de presos hacia el centro «Cenapromil Central», ubicado en el Fuerte Guaicaipuro de Charallave.

«Las celdas están bajo tierra, como si fueran alcantarillas, y los custodios caminan por encima de los detenidos, viéndolos a través de las rejas que conforman el techo», resaltó Suju.

Los presos políticos hasta ahora trasladados pertenecen al Caso Cotiza y están los sargentos Luis Bandres, Geomar Martínez, Hebert Glok y Edgar Díaz Vivenes.

El centro fue creado durante la gestión del general Octavio Gómez Hernández. «A esta cárcel han sido trasladados presos comunes, supuestamente pranes, presos políticos y otros presos militares», manifestó.

Se trata de unos galpones muy grandes y en el balcón donde están los detenidos, parece una gran jaula de animales, con muros o celdas para civiles o militares, que los tienen separados, y hay celdas para dos personas que miden 2×3 hasta celdas más grandes como para 12 personas con water y ducha», indicó.

Amplificó que lo asemeja a una jaula de animales porque las celdas están construidas por debajo de la tierra, asemejándose a alcantarillas. Tienen una puerta hermética y orificio en el medio «que es como para meter la comida en la pared que da al pasillo, un pasillo muy estrecho y las otras tres paredes son muy altas».

La activista de DD. HH. comentó que el techo de zinc que tienen por encima les provoca un gran calor a los detenidos, y el galpón no tiene paredes externas.

No tienen agua
Estos aprehendidos, según ella, no poseen agua potable a disposición: toman el vital líquido desde la regadera. «El suministro de agua para la ducha y el water es por 10 minutos cuando el detenido necesita asearse o necesita ir al baño», expuso.

«La comida se la han tirado desde arriba, desde las rejas que hacen de techo sin utilizar las puertas que las mismas celdas tienen, por lo que la comida les cae en el piso y se esparce, como si estuviesen alimentando animales y los detenidos han tenido que comer la comida del piso». relató.

Además, los detenidos son observados las 24 horas del día; no tienen privacidad ni al momento de hacer sus necesidades fisiológicas. Están expuestos también a una zona llena de insectos «y como los galpones en la superficie no tienen paredes, los detenidos están presentando múltiples picadas provocándoles grandes llagas en la piel».

Nunca apagan las luces porque los cuentan varias veces por la noche, por lo que interrumpen su período de sueño, no saben la hora porque no tienen nada que les indique qué hora es y no tienen ningún tipo de material de lectura», manifestó.

Tamara Suju denunció que esta cárcel es utilizada para los considerados «enemigos» del Gobierno y significa para los presos políticos «tortura psicológica, aislamiento, torturas blandas»… «A personas que lo único que han hecho, en el caso de los sargentos de cotiza, es pedir democracia y libertad», finalizó.

Versión Final