EE.UU intensifica controles migratorios frente a «riesgos asociados con Venezuela y Cuba»

En línea con las promesas realizadas durante su campaña, el presidente Donald Trump intensificó en sus primeros cinco meses en la Casa Blanca, los esfuerzos diplomáticos y operativos en el hemisferio occidental.

Su administración colocó especial énfasis en frenar la «inmigración ilegal», «combatir el narcotráfico» y reforzar la cooperación con aliados estratégicos de la región.Como parte de estas medidas el gobierno estadounidense impuso estrictas restricciones migratorias, especialmente dirigidas a ciudadanos provenientes de Venezuela y Cuba.

«Queremos asegurarnos de que países como Venezuela y Cuba no se conviertan en refugios para terroristas”, afirmó Mignon Houston, portavoz adjunta del Departamento de Estado.

La funcionaria subrayó que estas acciones buscan proteger tanto a Estados Unidos como a la región en su conjunto.

Houston explicó que la migración irregular no solo representa una amenaza para la seguridad nacional, sino que también alimenta redes de trata de personas y tráfico ilegal, afectando especialmente a los más vulnerables.

«Estas prioridades compartidas con nuestros socios regionales son fundamentales para asegurar nuestras fronteras y evitar el caos y el sufrimiento generados por la migración ilegal, en particular aquella que pone en peligro a mujeres y niños a manos de contrabandistas y traficantes. Ya no queremos ver este tipo de tragedias en nuestra región”, señaló.

Asimismo, advirtió que la situación genera un clima desestabilizador que trasciende las fronteras de Estados Unidos, afectando también la seguridad y estabilidad de América Latina.

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