EE. UU y China reanudan negociaciones comerciales en Estocolmo

Altos funcionarios de Estados Unidos y China se reúnen este lunes en Estocolmo en un nuevo intento por estabilizar las tensas relaciones comerciales entre ambas potencias, en el marco de preparativos para una posible cumbre entre el presidente Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, a finales de este año.
El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, sostendrán su tercer encuentro de 2025, esta vez en la capital sueca, tras reuniones anteriores en Ginebra y Londres.
Según Associated Press, la cita tiene lugar casi cuatro meses después de que Trump sacudiera el comercio mundial al anunciar un paquete arancelario que elevó los impuestos a productos chinos hasta un 145%.
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Según analistas, se espera que ambas partes mantengan, al menos por ahora, el statu quo arancelario —con EE. UU. aplicando un 30% de arancel promedio y China respondiendo con un 10%— mientras trabajan hacia un acuerdo comercial más amplio.»Tenemos los límites de un acuerdo con China», declaró Trump el viernes antes de partir hacia Escocia.
Bessent afirmó que tras los avances en las rondas previas, ahora es posible abordar temas más estructurales, como el desbalance comercial de $295.500 millones entre ambos países. Washington busca aumentar sus exportaciones y fomentar una transición del modelo económico chino hacia un mayor consumo interno.
Fentanilo y petróleo, puntos clave de tensión
Uno de los temas más sensibles será el conjunto de aranceles vinculados al fentanilo. En febrero, Trump impuso un 10% de impuesto sobre productos chinos alegando falta de control sobre los químicos precursores del opioide.
Un mes después, añadió otro 10%. Pekín respondió con gravámenes a bienes estadounidenses como carbón, gas natural y productos agrícolas.Aunque ambas partes suavizaron algunas medidas en abril y mayo, EE. UU. mantiene un arancel del 20% específicamente relacionado con el fentanilo, lo que China reclama como injustificado.
Según Sun Yun, directora del programa sobre China en el Stimson Center, Pekín probablemente exigirá la eliminación de estos aranceles como condición para avanzar.
China también espera abordar su acceso al petróleo ruso e iraní, aunque podría demandar concesiones en seguridad, como una reducción de la presencia militar estadounidense en Asia oriental, algo que enfrentaría resistencia en Washington.
Camino hacia una cumbre Trump-XiLa embajada china en EE. UU. expresó su deseo de que el diálogo en Estocolmo genere “más consenso y cooperación y menos percepciones erróneas”. Para la exnegociadora Wendy Cutler, la cita “será clave para sentar las bases de una reunión entre líderes en otoño”, pero Pekín insistirá en un nivel alto de preparación antes de concretarla.
Según el presidente del Consejo Empresarial EE. UU.-China, Sean Stein, las empresas observarán especialmente el tono y el ambiente de las conversaciones.
“El ambiente que surja de Estocolmo será crucial para prever si habrá una cumbre presidencial. Cualquier acuerdo real dependerá de que Trump y Xi se reúnan cara a cara”, afirmó.Gabriel Wildau, director de la consultora Teneo, anticipa que no se anunciarán reducciones arancelarias en esta ronda, aunque podría avanzarse hacia un pacto limitado enfocado en el tema del fentanilo.
«Es probablemente el resultado preferido por los sectores más duros de la administración Trump, que temen que el presidente ceda demasiado ante Xi», señaló.
Exceso de capacidad industrial y nueva rivalidad tecnológicaEstados Unidos también presionará a China para controlar su exceso de capacidad industrial, en especial en sectores como el acero y la fabricación de vehículos eléctricos, que han comenzado a impactar los mercados globales.
Aunque Pekín ha reconocido el problema, advierte que no será fácil de resolver.“El mundo está viendo cómo la competitividad industrial de China se convierte en un desafío financiero y geopolítico para Occidente”, advirtió Wildau.Con un superávit comercial de casi un billón de dólares en 2024, China continúa consolidando su rol como fábrica del mundo.
Mientras tanto, Estados Unidos busca equilibrar una relación comercial que sigue siendo una de las más importantes —y complejas— del planeta.
El Cooperante