El Chelsea se corona campeón del Mundial de Clubes

El Chelsea inglés, en una equilibrada final, se impuso este sábado por 2-1 al brasileño Palmeiras, bicampeón de la Copa Libertadores, y conquistó en los Emiratos Árabes Unidos el título del Mundial de Clubes, una década después de haberlo perdido ante otro rival de Brasil.

Los goles del monarca de la Liga de Campeones de Europa, y ahora de todo el planeta futbolero, fueron convertidos por el belga Romelu Lukaku y el alemán Kai Havertz, de penalti, mientras que Raphael Veiga, también desde los 11 metros, descontó por el Palmeiras.

Los dos equipos llegaron a la final con la frustración de haber perdido el título en ediciones anteriores. Los Blues habían caído en 2012 justo ante el brasileño Corinthians, histórico rival del Palmeiras, mientras que el «Verdao» de Sao Paulo, que el año pasado fue eliminado en la semifinal, perdió en 1999 ante el inglés Manchester United en la Copa Intercontinental, que fue sustituida por el Mundial de Clubes.

El partido, con mayoría de hinchas brasileños en la tribuna, comenzó movido, con ataques y respuestas de lado y lado, pero con el pasar de los minutos el Chelsea lució más suelto, principalmente por el empuje desde la primera línea del experimentado zaguero Thiago Silva y en los tiros libres.

El Palmeiras no fue tímido y arriesgó también en los contragolpes, casi siempre impulsado por la potencia del delantero Rony, quien no consiguió definir. En el primer tiempo, el conjunto europeo perdió por lesión a Mount, quien fue relevado por el creativo estadounidense Christian Pulisic.

Al comienzo de la segunda mitad, cuando se volvían a acomodar los equipos, Hudson-Odoi se proyectó por la izquierda y Lukaku superó en el salto a Luan para conectar de cabeza y poner el 1-0 a los 54 minutos.

Los paulistas no bajaron la guardia y en un ataque el defensa rival Thiago Silva desvió con la mano un balón que sería para el zaguero y capitán paraguayo Gustavo Gómez. Con el apoyo del VAR el árbitro australiano Chris Beath sancionó el penalti que fue convertido por Raphael Veiga en el minuto 63.

Igualados en los 90 reglamentarios y ya en la prórroga, a los 98 minutos, el ariete alemán Timo Wermer estrelló un remate en el travesaño de la portería defendida por Weverton. El gol del triunfo para los «Blues» llegó también por la vía del VAR que alertó al árbitro Beath sobre una cuestionada mano en el área de Luan y en el cobro Havertz decretó el 2-1 a los 116 minutos de juego.

Pero el desenlace no quedó ahí, pues el videoarbitraje asistido volvió aparecer en escena con otra intervención, en esta ocasión para dictaminar que el zaguero Luan debía ser expulsado a los 120 minutos por una falta alevosa sobre Havertz.

Una vez concretada la expulsión, el árbitro principal decreto el punto final del compromiso y el Chelsea se convirtió en el nuevo monarca del mundo, obteniendo así su primer título en el Mundial de Clubes de la Fifa.

Agencia