Este es el té que alargará tu juventud

El colágeno es uno de los mejores aliados de nuestra piel debido a que es uno de los principales responsables de brindarle juventud y elasticidad.

Aunque muchos no lo saben, el colágeno es una proteína de gran tamaño, la cual regula diferentes funciones en nuestro organismo, entre las que se encuentran el correcto funcionamiento de huesos, músculos y articulaciones.

Si bien su importancia va mucho más allá que prevenir el envejecimiento de la piel, lo cierto es que este es uno de los efectos que más pueden interesarnos, ya que la salud de la piel suele ser considerado como un sinónimo de belleza.

Y es que, a pesar de que el cuerpo produce colágeno de manera natural, es bien sabido a que su producción disminuye a partir de los 25 años de edad, razón por la cual, a partir de ese momento, se deben empezar a considerar fuentes alternativas para reponer lo que el cuerpo deja de producir.

En este sentido, si bien el uso de cremas y sueros que ayudan a estimular el colágeno son vitales para la salud de este importante órgano, éstas no sustituyen la obtención de nutrientes por medio de la alimentación, los cuáles también son fundamentales para la salud y vitalidad de nuestra piel.

En este caso, si bien existen muchos alimentos que han sido considerados como una excelente fuente de colágeno, entre ellos la carne, existen algunas alternativas que también ayudan al cuerpo a producir dicha proteína.

Entre ellos se encuentra una bebida que es poco conocida pero que, si la consumes de manera regular, ayudará a tu cuerpo a producir una mayor cantidad de colágeno y, por lo tanto, a prevenir la aparición de arrugas.

Nos referimos al té blanco, una infusión que es poco conocida, pero que aporta una vitamina que es vital para salud de la piel, a saber la vitamina C.

¿Qué es el té blanco?

Si al igual que nosotros, jamás habías escuchado hablar del té blanco, te contamos que se trata de una infusión de origen japones elaborado a partir de hojas jóvenes de la planta Camellia sinensis, la cual se procesa a penas de forma mínima para conseguir el té.

A pesar de ser llamando té blanco, lo cierto es que su color suele de ser de un tono más amarillento y suele ser de sabor mucho más suave y ligero que otro tipo de tés como el verde, o el rojo.

Esto se debe a que para su elaboración no se enrolla ni se somete a un proceso de oxidación, razón por la cual se dice que “muy poco procesado”

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