Gobierno requeriría $5 mil millones para paliar crisis eléctrica en Venezuela

La inversión hace parte de un plan para aliviar la carga en centrales hidroeléctricas e incrementar la producción de energía. Para ejecutarlo, el Gobierno solo dispondría de una cuarta parte del presupuesto anual, valorado por la Asamblea Nacional en $22.661 millones. “Podríamos tener una capacidad que complemente al Guri y abasteceríamos de forma estable al país”, afirmó López

El colapso del sistema eléctrico es la dura realidad del zuliano en su día a día. Buena parte del centro y occidente de Venezuela lo acompañan en este declive que, en palabras de expertos, se origina por la dependencia a una única fuente de energía: las centrales termoeléctricas del estado Bolívar.

Según datos del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la central hidroeléctrica Simón Bolívar, del embalse del Guri, tiene una capacidad nominal total de 8.850 megavatios, siendo esta la potencia más comprometida para surtir a todo el país. Por ello, diversificar las fuentes de energía es clave para recuperar el servicio.

Alejandro López, ingeniero electricista y doctor en sostenibilidad con maestría en energía en energías renovables, estima que “actualmente, la demanda nacional podría estar entre 10 mil y 12 mil megavatios”, por lo que, aun teniendo al Guri en funcionamiento óptimo, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) “se resuelve” con las centrales que siguen funcionando en Bolívar y las pocas termoeléctricas que laboran en algunas ciudades.

No hace falta buscar una calculadora para entender lo lógico. Venezuela “suda la gota gorda” para poder producir la energía eléctrica que requieren todos sus ciudadanos. Al disminuir levemente esta cantidad, o presentar una falla en el sistema por saturación, la fluctuación eléctrica se hace presente.

López, con 20 años de experiencia en la industria energética, plantea que la falta de inversión es uno de los factores que han permitido la decadencia del SEN. “Con cinco mil millones de dólares, el Estado podría recuperar y estabilizar al sistema eléctrico nacional”, expuso el especialista.

La cifra hace parte de un proyecto restauración del sistema nacional, el cual, consta de tres fases y ya ha sido propuesto al Gobierno venezolano. “En un año podemos estabilizar el sistema y en cuatro años tener una restauración de la central termoeléctrica”, explicó en torno a la primera fase de este esquema.

Zulia, Los Andes y Capital

López recordó que, ante la inactividad de buena parte de las termoeléctricas regionales en el país, es necesario que estas puedan volver a funcionar para robustecer al sistema eléctrico y aliviar la carga sobre el Guri. Todo esto, enmarcado en un proyecto elevado a las autoridades por un grupo de ingenieros zulianos.

El mismo incluye “recuperar la capacidad de generación termoeléctrica en el estado Zulia y en Falcón, y desarrollar proyectos de diversificación de fuentes de energía primarias a través de generación eólica y solar, básicamente en Paraguaná y La Guajira”.

«La fase de estabilización se enfocaría en el Zulia, donde hace falta recuperar 1040 megavaltios, que son los de TermoZulia”, apuntó.

El segundo foco estaría en la región capital, donde se necesitaría recuperar 1585 megavaltios, provenientes de la termoeléctrica India Urquía, ubicada en el municipio Paz Castillo del estado Miranda, la termoeléctrica de Las Barcazas Josefa Rufina y Margarita, actualmente desactivada en La Guaira, y la planta termoeléctrica José María España, ubicada en Miranda.

Por último, refiere el ingeniero electricista, estaría Los Andes, “donde hace falta recuperar 618 megavatios, básicamente en la planta Don Luis Zambrano, que realmente nunca tuvo una plena operatividad, es una planta de ciclo combinado que podría generar 450 MW y que no está disponible, lo mismo que Planta Táchira con 168 MW”.

Esta primera fase tomaría un año de ejecución, bajo costos de aproximadamente 800 millones de dólares. “Tiene un objetivo de 3243 megavaltios y se lograría una estabilización en el Zulia, región capital y Los Andes, una estabilización que es suficiente”, afirmó López.

Con estos 3243 megavaltios termoeléctricos podríamos tener una capacidad que complemente al Guri, aporte casi la totalidad de los 11 mil. Podríamos llevar la capacidad de generación a 13 o 14 mil y con esto abasteceríamos de forma estable en la condición precaria actual», afirmó el especialista.

Tras este primer año, habría “una fase de recuperación, que son 600 millones de dólares y recuperaríamos 1814 megavatios y una fase de restauración con un costo de 2800 millones de dólares y una recuperación de 3680 MW, estos, básicamente son megavatios termoeléctricos que son los megavatios que nosotros hemos perdido en este tiempo (de crisis)”.

“Es evidente que hace falta una inversión mayor, pero, en lo que es la emergencia, con estos 4.200 millones de dólares nosotros podríamos tener un sistema estabilizado y medianamente, operativo y confiable”, apuntó.

Un 25 % del presupuesto nacional

El proyecto, que ya ha sido entregado al Gobierno de Maduro, pide una inversión base de 5.000 millones de dólares. Pese a vislumbrar una cifra llamativa en un lapso de solo cuatro años, en diciembre 2024 la Asamblea Nacional aprobó un presupuesto para el 2025 de 22.661 millones de dólares, por lo que, disponer de un plan de “salvación” del sistema eléctrico solo tomaría una cuarta parte del monto estimado.

En la presentación del presupuesto, la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, explicó que el 77,6 % del monto se destinará a la inversión social, a la cultura y comunicación, ciencia y tecnología, infraestructura y obras públicas, así como a la educación, salud, vivienda y seguridad, entre otros.

La funcionaria, que no detalló en qué se destinará el 22,4 % restante, dijo que el presupuesto tiene “entre sus pilares” la recaudación tributaria, que, afirma, creció un 120 % entre enero y noviembre de 2024, en relación con el mismo período de 2023.

Aun disponiendo de ese 25 % del presupuesto nacional, el Estado venezolano tiene la alternativa de abrirse a recibir inversión privada y, de esta manera, disminuir la cantidad que debe desembolsar para salvar al país de la crisis eléctrica.

En este contexto, el ingeniero López sostiene que, también se ha hecho la propuesta de “reformar la Ley orgánica del sistema y servicio eléctrico para permitir a los privados invertir en la generación y participar en el mercado eléctrico nacional, de tal manera que podamos aliviar la carga a las centrales hidroeléctricas del Caroní”.

“Es necesario reformar la ley, incluir a los privados en el mercado energético nacional, es necesario invertir”, dijo López, quien agregó que, hasta ahora, el Gobierno nacional no ha dado respuesta favorable para la iniciativa.

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