Indonesia| Así fue el brutal castigo público que recibieron dos homosexuales (Video)

Dos jóvenes indonesios condenados por mantener una relación homosexual fueron azotados públicamente en la provincia de Aceh, lo que provocó llamamientos de Amnistía Internacional para que el gobierno pusiera fin a esta práctica.

Si bien la homosexualidad está mal vista en Indonesia, un país de mayoría musulmana, y los miembros de la comunidad LGBTQ enfrentan desafíos legales, Aceh es la única provincia que la ha criminalizado bajo la ley islámica Sharia e impone azotes públicos.

Los dos estudiantes universitarios, de 18 y 24 años, fueron azotados en la sede del gobierno regional por agentes de la policía religiosa islámica encapuchados. El azote del jueves fue presenciado por decenas de personas, incluidos sus familiares.

Uno recibió 77 latigazos y el otro 82 por proporcionarles un lugar para sus actividades sexuales. Después los enviaron a casa.

«Fueron azotados después de que se demostró que tenían una relación sexual con personas del mismo sexo», dijo a los periodistas Roslina A Djalil, jefa de aplicación de la ley sharia en Aceh, añadiendo que los hombres habían sido entregados a la policía por los lugareños.

Reuters no pudo contactar inmediatamente a los hombres ni a sus abogados para solicitar comentarios.

Montse Ferrer, directora regional adjunta de Amnistía Internacional, afirmó en un comunicado que la flagelación fue «un acto horrible de discriminación. Las relaciones sexuales íntimas entre adultos que consienten nunca deberían ser criminalizadas».

Instó al gobierno a tomar medidas inmediatas para revocar las ordenanzas relacionadas con la flagelación.

Otros dos hombres fueron azotados el jueves en Aceh por jugar en línea.

En algunos casos, la ley prevé hasta 200 latigazos por delitos como las relaciones sexuales fuera del matrimonio, el consumo y la venta de alcohol y los juegos de azar.

Según Amnistía Internacional, en lo que va de año, quince personas han sido condenadas a flagelación en Aceh por diversas violaciones, mientras que el año pasado 135 personas recibieron un castigo similar. (Riska Munawarah en Banda Aceh y Ananda Teresia en Yakarta; editado por Edwina Gibbs)

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