Lupita Nyong’o y Joshua Jackson confirman su relación

Los actores Joshua Jackson y Lupita Nyong’o han confirmado una relación sobre la que se llevaba un par de meses especulando. El protagonista de la serie de finales de los noventa Dawson crece, de 45 años, y la ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto por su papel en 12 años de esclavitud, han salido a pasear de la mano por Joshua Tree, en San Bernardino (California), vestidos con ropa deportiva.

La pareja despertó los rumores sobre una supuesta relación cuando la web TMZ publicó el pasado mes de octubre una serie de imágenes donde aparecían juntos, aunque con más amigos, en un concierto de Janelle Monáe en la ciudad de Los Ángeles.

En aquel momento, fuentes cercanas a la pareja revelaron al medio estadounidense que Jackson y Nyong’o se conocían desde hacía varios años y que, aunque llegaron juntos al concierto, estaban en un grupo de 10 personas, y no había nada de romántico en aquella salida nocturna.

Hubo un par de detalles, no obstante, que no pasaron desapercibidos ni para la prensa ni para los seguidores tanto de uno como de otra: el primero, que ese mismo mes de octubre Joshua Jackson y la actriz y modelo británica Jodie Turner-Smith habían puesto fin a su matrimonio después de cuatro años y una hija en común, Juno Rose Diana Jackson, que nació en 2020.

Según documentos obtenidos, de nuevo, por TMZ, fue la actriz quien solicitó el divorcio (del mismo modo que, cuatro años antes, le había pedido matrimonio al actor), alegando las clásicas y muy hollywoodienses “diferencias irreconciliables”. El segundo detalle: un día después del concierto de Monáe, Nyong’o anunció la ruptura con su pareja hasta entonces, Selema Masekela, a través de su cuenta de Instagram y con un mensaje que invitaba a pensar que la ruptura no había sido, precisamente, amistosa: “En este momento, veo necesario compartir una verdad personal y desvincularme públicamente de alguien en quien ya no puedo confiar…”, escribió la actriz, “me encuentro en un momento de angustia debido a un amor que, de forma repentina y devastadora, se ha extinguido por el engaño. Me siento tentada a correr hacia las sombras y esconderme, solo para regresar a la luz cuando he recuperado las fuerzas suficientes para decir: ‘Mi vida es mejor así’. Pero recuerdo que la magnitud del dolor que siento es igual a la medida de mi capacidad de amar. Por eso, elijo enfrentarme a este dolor, confiando en que esto también pasará”.

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