Maestros protestan pese a “amenazas de despido” por autoridades educativas: “¡Bono no es salario!»

“¡Bono no es salario!, ¡Bono no es salario!” exclamaron los maestros zulianos desde la Inspectoría de trabajo “Dr. Luis Hómez”, ubicada en la calle 77 (5 de julio) de Maracaibo, donde retornaron a una de las vías más transitadas de la ciudad para protestar por un aumento salarial y mejoras en sus condiciones laborales.
En una tímida protesta convocada para la mañana de este miércoles 17 de enero, los educadores le dieron continuidad a sus exigencias, las cuales, han manifestado desde enero de 2023 y prosiguen en el primer mes de este 2024.
A diferencia de las marchas del pasado año, la cifra de manifestantes ha disminuido, pero el descontento, por el contrario, ha incrementado. La maestra y miembro del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza del Zulia (Sindtezul), Virginia Acosta, explicó que muchos agremiados han sufrido señalamientos y “presión” para evitar que atiendan al llamado a la protesta nacional.
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“Muchos colegas no asistieron hoy por temor, porque muchos jefes de municipio se han dado la tarea de amedrentar a los maestros. A raíz de todo eso, desde las redes sindicales hasta zona educativa, han tenido una señalación todo el tiempo, amedrentando con decir que les van a paralizar el salario para que no salgan a luchar, porque eso se ha hecho, y se sigue haciendo, y para muestra un botón, me tienes a mí”, explicó Acosta.
La maestra, originaria de San Francisco, expuso cómo su inclusión en la lucha pacífica por mejoras salariales le costó su trabajo como maestra de preescolar.
“Desde el 9 de enero del año pasado esta profesional que está aquí no ha dejado de alzar la voz (…) pero, a mediados de octubre del año pasado llegó el 25 (día de recibir su sueldo) y no tenía mi pago. Me sacaron de sistema por una supuesta falta desde 2020, lo cual, es completamente falso. Ya tengo tres meses en los que yo no percibí ni mis aguinaldos ni mi salario”, explicó a Versión Final.
Pese a las dificultades que llegaron a la vida de la educadora luego de la paralización de sus pagos correspondientes, sostiene que las exigencias del magisterio no deben quedar ocultas. “Fue duro porque a mí no me llegó más ni el sueldo, ni el bono de guerra, ni mis aguinaldos en diciembre, ¡Nada! Hoy en día, a raíz de que a mí me quitaron mi sueldo, me sacaron de sistema, las maestras tienen un poco de temor (…) Pero aquí seguiremos luchando, no tengo miedo”, agregó.
Por su parte, una maestra de segundo grado de instrucción primaria, Luzangely Rondón, quien asistió a la manifestación de este miércoles, también aseguró ser víctima de señalamientos de sus superiores por unirse a las marchas.
“Lamentándolo mucho también estamos siendo objeto de amenaza por parte de supervisores y directores. Mantienen un constante acoso laboral al docente, el maestro sufre mucho en eso”, aseguró a Versión Final.
Rondón aseguró que la situación para los profesionales de la enseñanza ha sido compleja en las escuelas, donde la mayoría de las autoridades están en desacuerdo con las manifestaciones.
“Ya yo tuve mi primera citación, porque según ellos, el maestro está incumpliendo y se basan en los artículos del derecho a la educación. Pero la verdad es que donde terminan sus derechos comienzan los nuestros, y también tenemos derecho a un sueldo digno (…) Yo de verdad perdí el miedo. Ya no hay miedo para nada. Sigo en las calles”, aseguró.
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