Mujer de 42 años y sus dos hijos se quitan la vida en Medellín: Se envenenan y dejan mensajes

En la mañana del miércoles, el barrio La Isla, ubicado en la comuna 2 (Santa Cruz) de Medellín, fueron hallados muertos tres miembros de una misma familia, Diana Lorena Vélez Raigosa, de 42 años, y sus hijos María Camila y Juan Carlos Hincapié Vélez, de 21 y 17 años aparentemente se envenenaron. Junto a ellos, también encontraron sin vida al gato de la familia.

El hallazgo se produjo alrededor de las 7:00 de la mañana, cuando un familiar, alertado por un mensaje en redes sociales que indicaba la ubicación de las llaves de la casa, decidió entrar. Dentro de la vivienda, se encontraron los cuerpos de la madre y sus dos hijos, aparentemente sin signos de violencia física, lo que sugiere que murieron mientras dormían.

Las primeras hipótesis de las autoridades apuntan a un posible suicidio múltiple. El general Rosenberg Novoa, comandante encargado de la Policía Metropolitana, informó que se encontraron manuscritos que indicaban la intención de la madre de donar sus órganos a la ciencia, así como mensajes enviados por uno de los hijos a su padre, quien reside en el extranjero.

Según información de El Colombiano, el texto que habría relatado Diana Lorena decía: “Yo, Diana Lorena Vélez, manifiesto y autorizo en vida la voluntad de donar mi cuerpo fallecido a la ciencia médica,  de no ser posible la donación, manifiesto mi voluntad en vida y autorizo ser cremada y las cenizas ser desechadas”. Por su parte, el mensaje por el cual los encontraron los cuerpos, enviado por uno de los hijos, expresaba:  «Por favor venga muy temprano»,apenas se despierte. La llave queda en el borde de la ventana. La otra llave queda en la mata para que le diga a mi papá, busca el contacto de él y le avisa, él se tiene que hacer cargo de nosotros tres”.

Posteriormente, el medio CM& dio a conocer una segunda carta, en la que, al parecer, Diana Lorena le habría escrito a la novia de Juan Carlos: “Juana, perdóneme por hacerla sufrir. Le doy las gracias por los buenos momentos que mi hijo pasó a su lado, por el cariño brindado.  Siento mucho hacerla sufrir, pero no podía dejarlos abandonados y sufriendo día a día con el suicidio de su madre. Quedan preguntas sin respuesta, pero piense que Juan hasta su último día fue feliz”.