Salud

Oliguria: causas, síntomas y tratamiento

La insuficiencia renal crónica (IRC) se define como la pérdida progresiva, permanente e irreversible de la tasa de filtración glomerular de los riñones a lo largo de un periodo temporal variable. La oliguria es uno de los síntomas de IRC.

Según datos epidemiológicos, el 17,8 % de la población adulta podría sufrir esta condición. El valor aumenta al 45 % en ancianos. Básicamente, la oliguria se define como una disminución de la producción de orina (diuresis).

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Además de una insuficiencia renal crónica, también puede ser signo de la enfermedad renal aguda, la deshidratación, la necrosis tubular aguda y otros muchos agentes etiológicos. Si quieres descubrirlo todo sobre este signo clínico, continúa leyendo.

¿Qué es la oliguria?

Una persona que bebe 2 litros de agua al día debería ir, de media, una vez al baño cada 4 horas a miccionar. Los riñones están continuamente trabajando para depurar la sangre y, por ello, producimos aproximadamente de 800 a 2 000 mililitros de orina al día.

Tal y como indica la Clínica Universidad Navarra (CUN), la oliguria se define como la reducción del volumen urinario por debajo del necesario. La cifra estandarizada a partir de la cual el evento comienza a considerarse patológico es 0,3 mililitros/minuto o, en su defecto, menos de 400 mililitros de orina cada 24 horas.

Por supuesto, este punto de corte de 400 a 2 000 mililitros de orina producida se establece en una persona «normal»; es decir, de unos 70 kilogramos de peso, euvolémica (equilibrio en la presión sanguínea) y con una función renal óptima. Según el portal MSDmanuals, la oliguria se puede clasificar en 3 tipos diferentes:

Prerrenal: relacionada con el flujo sanguíneo.

Renal: por afecciones intrínsecas a los glomérulos y otras estructuras de los riñones.

Posrenal: obstrucción en las vías de salida de la orina.

El estadio posterior a la oliguria es la anuria; es decir, la ausencia total de producción de orina. El signo clínico se considera anuria cuando el paciente produce menos de 100 mililitros de orina en 24 horas. Es la forma más grave.

Tabla general

En base a la información recogida hasta ahora y atendiendo a los parámetros de la Revista Electrónica de los Portales Médicos, estos son los estadios clínicos que se conciben en lo que a la micción se refiere:

Producción de orina normal: de 1,5 a 2 litros diarios.

Oliguria: producción de 100 a 400 mililitros diarios.

Anuria: producción de menos de 100 mililitros diarios.

Anuria absoluta: no se produce nada de orina. A menos que se demuestre lo contrario, se asume que se debe a un bloqueo en las vías urinarias.

¿Cuáles son los síntomas que acompañan a una oliguria?

Como hemos dicho previamente, la oliguria no es una enfermedad en sí misma sino que se trata de un signo clínico más. Dependiendo de la enfermedad subyacente, los síntomas pueden ser muy diferentes y la oliguria puede estar presente o no. A continuación, presentamos la sintomatología de la enfermedad renal aguda:

Oliguria: disminución del volumen de orina excretado, aunque en algunos casos puede mantenerse estable.

Retención de líquidos derivada de esta falta de micción que se traduce en la hinchazón de piernas, tobillos y pies.

Falta de aire, fatiga y desorientación.

Náuseas y debilidad.

Ritmo cardíaco irregular.

Dolor u opresión en el pecho.

Coma y pérdida de conocimiento en los casos más graves.

Todos estos signos clínicos indican que algo va mal en los riñones. Cuando estos órganos no funcionan bien, se acumulan sustancias tóxicas y nocivas en el torrente sanguíneo, y se desequilibra la composición sanguínea. En estos casos, el balance homeostático del paciente se pierde.

Posibles complicaciones

Si los riñones no filtran bien, se puede provocar una acumulación de líquido en los alveolos pulmonares. Esto desemboca en sensación de agobio, dificultad para respirar y posible muerte del paciente si no se actúa con presteza.

También, debido a los procesos subyacentes, se puede producir una inflamación del pericardio, lo que conlleva dolor en el pecho y frecuencia cardíaca alterada. Todos estos eventos acercan al paciente a la defunción, así que es vital acudir al médico ante cualquier indicio de fallo renal.

Principales causas

Como hemos dicho, la oliguria puede ser prerrenal, renal y posrenal. Dependiendo de los órganos y estructuras afectadas, se pueden identificar distintas causas, como las siguientes:

Deshidratación

Si no hay líquido en el cuerpo, los riñones no pueden producir orina. Un cuadro diarreico severo prolongado o la presencia de vómitos repetidos por un cuadro infeccioso pueden provocar la pérdida de líquidos y electrolitos en el organismo del paciente. Así pues, la oliguria es un signo claro de deshidratación.

Obstrucción en las vías urinarias

Estaríamos, en esta ocasión, ante un agente etiológico posrenal. Como indica el portal MSDmanuals, las causas de la obstrucción en las vías urinarias de los adultos son, generalmente, los cálculos renales, la hiperplasia benigna de próstata y, en los casos más graves, el cáncer de próstata.

Enfermedades del riñón

Si los riñones no filtran la sangre correctamente, es posible que aparezca una oliguria en el paciente. La enfermedad renal crónica (ERC), la aguda (ERA), la glomerulonefritis o el síndrome urémico hemolítico son entidades clínicas que pueden reducir drásticamente el ritmo de micción del individuo.

Bajo gasto cardíaco

Se denomina gasto cardíaco al volumen de sangre expulsado por un ventrículo en un minuto. Si el corazón no bombea suficiente sangre, los riñones pueden filtrar menos y producir menos orina. Las anemias, las hemorragias y la hipertensión pueden promover este tipo de oliguria prerrenal.

Cuándo buscar ayuda médica

A veces es normal orinar menos de lo normal, quizá porque se ha descuidado el ritmo de hidratación en una jornada laboral demasiado ajetreada. De todas formas, si esta falta de micción se acompaña de alguno de estos síntomas, es imprescindible acudir al médico. Entre los síntomas que llevan a la consulta médica:

No se orina lo suficiente y se tienen las extremidades hinchadas.

Se experimenta una sensación de cansancio, desorientación y problemas para recuperar el aliento.

Se sienten náuseas y dolor/presión en el pecho.

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