Petro trata de adquirir Monómeros antes de que sea vendido
El Gobierno de Gustavo Petro busca soluciones políticas y financieras para adquirir Monómeros y evitar así que la empresa pública de fertilizantes pase a manos privadas. “Es un asunto muy complejo y requiere mucho trabajo”, cuentan desde el entorno del presidente colombiano, que en su campaña prometió hacerse con la mayoría accionarial de esta compañía clave para el sector alimentario del país.
El estado venezolano mantiene la totalidad de su propiedad desde que fuera adquirida la participación de Colombia en 2006 por Hugo Chávez.
Petro, nada más aterriza en el poder, restableció relaciones diplomáticas con Venezuela, rotas por el enfrentamiento entre Nicolás Maduro y el anterior presidente colombiano, Iván Duque.
Recibe las noticias directo en tu Whatsapp.
UNIRME A CANAL DE WHATASPP
El Canal del WhatsApp es más seguro, ya que otros usuarios no ven tu número telefónico
Ahora, por fuentes del mundo financiero, Petro se ha enterado de que el recién nombrado ministro de Industria y Producción Nacional, el colombiano Álex Saab, trata de vender Monómeros al mejor postor. De hecho, Saab ha sido designado en el cargo principalmente para acometer la operación.
En Casa de Nariño, la residencia presidencial, creen que se trata de una represalia contra su Gobierno por haber condicionado el reconocimiento de Maduro como presidente en enero de 2025 a que presente las actas que demuestren que ganó las elecciones presidenciales.
Distintos analistas coinciden en que Maduro pretende vender Monómeros, filial de la estatal Petroquímica de Venezuela, antes de que se recrudezcan las sanciones con la toma de posesión de Donald Trump, el 20 de enero.
Monómeros estaba suspendida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC), pero obtuvo una licencia para reanudar operaciones comerciales hace poco. La designación de Marco Rubio como secretario de Estado, alguien que tiene un enfoque de no negociación con regímenes autoritarios, da a entender que las sanciones se van a incrementar.
El control de Monómeros estuvo desde 2019 en manos del Gobierno interino de Juan Guaidó, un Estado paralelo al chavista que impulsó la Casa Blanca para erosionar la legitimidad de Maduro ―el experimento diplomático no dio resultados a la larga―. La petroquímica pasó a ser controlada por dos facciones de la oposición venezolana debido a que Duque reconocía a Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela y dejó en su poder la gestión de la filial de Pdvsa.
En su arranque, la Administración ad hoc de Guaidó tuvo que afrontar, además de las dificultades derivadas de las sanciones, que obstaculizaban el acceso a los créditos, los problemas con el pago de la materia prima y algunos pasivos en deudas, todos ellos agravados con la llegada de la pandemia.
Guaidó prometió revisar con detalle los procesos y procuró rendir cuentas sobre las decisiones de Monómeros. Su capacidad de maniobra para tomar correctivos, sin embargo, estaba limitada, en virtud de las condiciones del acuerdo parlamentario de los partidos opositores que sostenían al propio Gobierno interino.
Petro devolvió al Gobierno chavista el control de la compañía, en un momento en el que arrojaba balances positivos. Lo hizo con la intención de comprársela de vuelta a Maduro, ya que Monómeros pertenece a Pequiven, que satisface el 40% de la demanda colombiana de fertilizantes para la agroindustria. Además, la empresa genera más de 1.700 empleos, de ellos cerca de 600 directos, en Barranquilla.
Para el presidente, era un elemento fundamental para desarrollar la agricultura del país. Ahora se encuentra con que Maduro, a través de Saab, quiere vendérsela al mejor postor. En Casa de Nariño hacen cuentas y plantean estrategias políticas para evitarlo a toda costa.
Versión Final