Salud

Puede que el hambre intensa que tienes sea «emocional»: Conoce detalles y cómo enfrentarlo

Ana Morales psicóloga y especialista en nutrición habló sobre el hambre emocional como algo común entre las personas. Se establecieron las diferencias entre el hambre físico y emocional. También, se conocieron las consecuencias de hacer del hambre emocional un hábito y cómo hacer para enfrentarlo

Todas las personas comen en algún momento de manera emocional, y esto no se trata de satisfacer una necesidad fisiológica fundamental como es el hambre, ya que a menudo las personas buscan desahogarse o llenar algún vacío con el simple hecho de ingerir algún alimento.

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En una entrevista reciente para Europa Press, la psicóloga Ana Morales experta en nutrición emocional estuvo compartiendo un sin número de detalles sobre el “hambre emocional” y como identificarlo cuando aparece.

Morales, resalta que no siempre “ese comer emocional” es malo, y además describió que esta aparece cuando no sabemos “gestionar nuestras emociones” y se acude a la comida desesperadamente para intentar hacerlo.

“Si estás enfadada comes, si estás triste comes; si estás estresada o te aburres comes. Al final no sabemos gestionar nuestras emociones, el cómo nos sentimos y recurrimos a la comida”, apuntó la psicóloga.

De igual forma, Morales añadió que muchas veces las personas pasan a “demonizar” el hambre emocional cuando es algo que “nos acompaña desde que nacemos”, mencionando como ejemplo el momento en que nacen los bebes, y para calmar su llanto se les alimenta, dándoles pecho.

Sin embargo, la dra indica que aunque el hambre emocional debe ser considerada algo normal, de esto llegar a convertirse en un hábito o conducta repetitiva en la persona, puede llegar a desatar problemas como la obesidad  y otros trastornos alimenticios.

También explico que hay ciertas características que distinguen al hambre emocional del hambre física, enfatizando que el hambre fisiológico puede ser demorado mientras que el emocional sugiere una necesidad imperante de satisfacerlo de inmediato.

“En el hambre fisiológico comes con control, salvo si tienes mucha hambre; en el hambre emocional comes con descontrol, se pierde la conexión con el alimento, y es como si engulleras”, destacó Morales.

La experta en nutrición recomendó 2 técnicas para enfrentar el hambre emocional, compartiendo algunas soluciones ante algo que se asume muchas veces como incontrolable en las personas.

Con ello, la psicóloga plantea hacer uso en primer lugar de un “diario emocional”, para aprender a afrontar y gestionar este tipo de hambre, argumentando que primero se deben analizar cuales son esas emociones que a cada uno los lleva a comer, por ser algo que depende de cada persona.

Morales sostiene que la elaboración del “diario emocional” puede resultar como un vía eficaz hacia la canalización de las emociones, su gestión y un seguido control del hambre emocional.

Por último, la Dra. Morales, también menciono la técnica del Mindful Eating, que consiste en una forma de ingerir alimentos de manera consciente, partiendo de la premisa que “si somos conscientes de lo que nos sucede, también somos conscientes de lo que comemos”. De esta manera, las personas pueden estar mucho más al tanto de aquello que sienten y de lo que comen, conociendo incluso cada una de las consecuencias que esto puede provocar en su organismo.

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