Relaciones tóxicas: Novios y novias que hacen la vida imposible
Las relaciones de pareja son, casi siempre, complicadas. En la consulta psicológica, los profesionales de la salud mental suelen ver casos de parejas que se llevan mal, hasta el punto de estar alcanzando cotas de estrés y de malestar importantes.
Las relaciones de pareja tóxicas son esas situaciones en las que por lo menos un integrante de la relación tiene comportamientos y actitudes totalmente impropias, que pueden llegar a suponer una situación de vulnerabilidad psicológica y emocional para la otra persona.
Novios y novias que hacen la vida imposible
Aunque exista amor, o algo que se le parezca, hay parejas en las que se producen dinámicas realmente peligrosas, y que pueden rozar el maltrato psicológico.
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Los casos de relaciones tóxicas pueden ser más o menos severos, y es por ello importante estar atentos a las señales de que una relación puede estar yendo por muy mal camino. Ciertas situaciones y circunstancias pueden ser más proclives a que surjan estas “diferencias” entre los miembros de la pareja.
Relaciones tóxicas, las señales que no debes dejar pasar
En muchas ocasiones, las personas que están inmersas en relaciones amorosas tóxicas no son capaces de darse cuenta de que están viviendo situaciones de abuso. El amor que sentimos hacia esa persona puede obnubilar el juicio y se puede tender a perdonar cualquier cosa. Es muy frecuente que este tipo de actitudes tóxicas se “normalicen” por parte de la víctima.
Y a pesar de que los familiares y amigos puedan advertir de que algunas cosas que se está soportando simplemente no son válidas, se puede seguir con los ojos vendados.
Actitudes de control y celosía
1. Le molesta que pases tiempo con tus amigos o familiares.
2. Controla tus gastos personales, lleva un control innecesario sobre tus cuentas bancarias, o te pide explicaciones sobre tus facturas.
3. Investiga tus redes sociales y tu teléfono móvil. No respeta tu privacidad.
4. Pregunta constantemente por tus horarios y te planifica la vida sin pedirte opinión.
5. Cuando te hace un favor, exige que le compenses inmediatamente.
6. Te menosprecia y te da a entender que sin él/ella no serías nadie ni podrías seguir adelante.
7. En reuniones familiares o con amigos, evitas emitir tu opinión sobre algo por miedo a que vuelva a reprenderte o a cuestionarte.
8. Es habitual que use el chantaje emocional contigo: si no haces lo que él/ella quiere, se enfada.
9. Notas que cada vez que pasas tiempo con alguien del sexo opuesto, tu pareja se molesta en exceso y se pone celoso, obligándote a no ver más a esa persona.
10. Te trata con un exceso de paternalismo y sobreprotección.
Actitudes de falta de respeto y conflicto
11. Se mete con tu forma de vestir, intenta influir de malas maneras para que cambies tu estilo, etcétera.
12. Hace lo posible por restarle importancia a tus méritos y virtudes.
13. Le quita importancia a los problemas que le expresas, minimizándolos y diciendo frases del estilo “eso no es para tanto”, etc.
14. Cuando se produce una discusión, tienes que ceder tú siempre, porque en caso contrario puede estar días sin dirigirte la palabra.
15. Te culpabiliza de problemas que tiene en su vida laboral o con otras personas ajenas a la relación.
16. Siempre está recordándote todos los fallos y errores que cometiste en el pasado.
17. Has dejado de contarle los problemas de pareja a tus familiares, amigos y allegados porque sabes que si él/ella se entera, montaría en cólera.
18. Evitas explicarle los problemas o hablar sobre ciertos temas con él/ella porque sabes que se lo tomaría mal.
19. Se dirige a ti con exigencias y malos modos muy frecuentemente.
20. Toma decisiones que afectan a ambos sin pedir tu opinión, e incluso sin informarte.
Todos, en algún momento de nuestra vida, podemos cometer errores y tener uno o varios fallos como los que hemos descrito. Por tanto, debemos ser cuidadosos a la hora de enjuiciar a nuestra pareja. Solo será una relación tóxica aquella en que, de forma habitual, se produzcan varios de los problemas comentados. De todos modos, en ocasiones la situación puede ser reconducible gracias a la comunicación y las buenas maneras.
En otras parejas, es posible que no exista marcha atrás y que la relación esté condenada al fracaso. Es obligación de cada persona analizar detenidamente la situación para saber si vale la pena intentar arreglar las cosas.
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