Su mamá lo habría entregado a una secta satánica con sólo 5 añitos para que lo sacrificaran por una guaca de oro
Secta satánica. La propia madre del niño Maximiliano Tabares, de cinco años, lo reportó como desaparecido el 20 de septiembre. El hecho ocurrió en Segovia, Antioquia, Colombia.
Las autoridades aseguraban que ella misma forma parte del entramado que, posiblemente, habría acabado con la vida del menor de edad en medio de una ceremonia satánica.
“Le dije que saliera a conseguir unas arepitas con algo para hacer el desayuno, yo lo acompañé hasta la puerta, vi que él llegó a la esquinita de la tienda, porque la tienda no está lejos, yo me vine a montar la aguapanelita, cuando yo vi que pasaron dos minutos y nada, yo me asusté y ahí mismo salí a la tienda, pero todo estaba cerrado, nadie por ahí ni el niño ni nada”.
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Así narró Sandra Patricia Cano la desaparición de su hijo de cinco años, Maximiliano, el pasado 21 de setiembre en Remedios, un pueblo minero, y como tal lleno de leyendas e historias de brujas, ubicado en el nordeste del departamento colombiano de Antioquia, pero que busca oro.
A los pocos minutos, la angustiada madre se acercó a la estación de Policía local para denunciar la desaparición de su hijo y, desde entonces, tanto vecinos como autoridades comenzaron una frenética búsqueda del pequeño.
Trascendió que el niño de cinco años vivía con su padre hasta que él falleció. En ese momento quedó bajo el cuidado de su abuela paterna, pero ante la ausencia de su progenitor su mamá solicitó la custodia.
Eso habría ocurrido comenzando este año, época en la que profesores del niño empezaron a notar cambios de actitud, además de señales de golpes en su cuerpo. La madre indicaba que eran producto de caídas en su bicicleta.
El macabro hallazgo del niño
La autoridades ofrecieron $60 millones de recompensa por información sobre el paradero del niño y la comunidad de Remedios, con globos y prendas de vestir blancas, marchó por las calles para pedir el regreso del pequeño Maximiliano.
Mientras, la madre aparecía frente a los medios de comunicación pidiendo ayuda para encontrar a su hijo. “Llevo tres días sin dormir, sin comer, la desesperación me está matando, espero el constante apoyo de las autoridades en esta búsqueda”.
Pero algo no encajaba, las autoridades hicieron investigación para ubicar al niño. Aunque la Fiscalía no daba razones puntuales sobre el avance de las indagaciones, a ese punto dos cosas muy particulares llamaban la atención.
La primera eran los señalamientos que hacía la comunidad contra la madre de Maximiliano Cano y sus demás familiares. La segunda, la frialdad con la que la mujer había tomado la desaparición de su hijo, pues no mostraba ninguna señal de dolor o angustia.
Apareció enterrado
El pequeño apareció bajo tierra este 27 de octubre; las autoridades sospechan que el crimen habría sido cometido por la secta satánica Los Carneros, integrada por su familia. Seis personas fueron capturadas y dos de ellas destaparon la olla de este tenebroso caso.
El hallazgo del cadáver de Maximiliano fue en la zona rural de Segovia, Antioquia, y tiene consternadas a las autoridades por la maldad que hay detrás del crimen contra el menor de edad.
La investigación detalla que el niño fue entregado por su madre a la secta satánica Los Carneros, luego que el líder de este grupo les dijo a los integrantes que el menor tenía un espíritu en su cuerpo y había que sacarlo para que no interrumpiera el objetivo de encontrar guacas de oro en las zonas montañosas de Segovia y Remedios.
Mamá
Con la captura de la mamá de Maximiliano, el padrastro y otras personas de la secta, las autoridades interrogaron a la mujer en varias oportunidades para averiguar sobre el paradero del niño que completaba más de treinta días desaparecido.
Según Semana, en la última indagatoria, la madre no aguantó y dio una desgarradora confesión en la que entregó las coordenadas donde se encontraba enterrado el pequeño.
El medio citado explicó que alias «Orejas», otro de los integrantes de la secta satánica, también confesó el crimen e indicó el lugar donde estaba el cadáver del niño.
De inmediato, agentes del CTI de desplazaron al sitio indicado junto al capturado, e iniciaron labores hasta que encontraron el cuerpo de un menor en alto grado de descomposición.
Debido al estado del cuerpo sin vida, Medicina Legal se hizo cargo de la identificación y se espera que en las próximas horas entregue un veredicto. No obstante, desde la Gobernación de Antioquia ya confirmaron que el cadáver encontrado sí pertenece a Maximiliano Tabares.
Vía Noticia al Día