Terror en Ecuador: Dos conductores decapitados, uno en Guayas y otro en Esmeraldas

Quienes secuestraron, decapitaron e incendiaron el cuerpo de Publio Alberto Véliz Carbo, de 39 años, querían que la ciudadanía del cantón Simón Bolívar, en la provincia del Guayas, se enteraran del horror que cometieron, por lo que dejaron su cabeza en el parque central con una nota que decía: “Prohibido robar y extorsionar”.

El macabro hallazgo fue reportado a las 06:00 del viernes 31 de marzo de 2023 y poco después la policía de esa jurisdicción recibió la alerta sobre la localización de un cuerpo decapitado e incendiado en el recinto Valle Verde, de la vía al sector El Guayabo en el cantón Babahoyo, provincia de Los Ríos.

Con los restos también dejaron un mensaje escrito sobre un pedazo de cartón: “Cero extorsión, cero robo, copien”. La víctima, aún tenía pequeñas partes de lo que fue su vestimenta y gracias a eso los uniformados lograron identificarlo con la información otorgada por la familia.

Karla Contreras Delgado, esposa del occiso, dijo que la búsqueda de su marido empezó a las 23:00 del pasado jueves 30 de marzo después de que, aparentemente, lo secuestraron cerca de su domicilio en el cantón Simón Bolívar.

La mujer relató que su cónyuge conducía un bus de transporte de personal y esa noche fue abordado por desconocidos, quienes lo interceptaron en la calle Monseñor Carlos Bravo y lo obligaron a descender del micro para subirlo a uno de los dos automóviles que lo seguían.

“Su bebé y yo lo estamos esperando”, fue la frase con la que Karla terminó el texto que compartió en redes sociales, junto a una fotografía de la víctima, antes de que encontraran sus restos.

La policía que realizó el levantamiento del cuerpo le encontró una soga alrededor, por lo que se presume que estuvo maniatado antes de ser ejecutado. Luego, sus asesinos habrían viajado con la cabeza desde Babahoyo a Simón Bolívar, para abandonarla en el parque, provocando pánico en la población.

Hasta el mediodía del viernes 31 de marzo, el cuerpo del conductor seguía en la morgue de Babahoyo, donde tramitaban el traslado al Centro Forense de Guayaquil. Todavía no se establece cuál sería la motivación del hecho violento.

La otra víctima decapitada conducía un camión

En Viche, parroquia de Quinindé, provincia de Esmeraldas, reina el horror, miedo y angustia. La mañana del viernes 31 de marzo de 2023, un hombre que paseaba a su perro halló en una banca del parque Central una cabeza humana dentro de una funda, embalada con cinta.

Junto al paquete había una nota: “Todos mueren”.

La policía confirmó que el ‘mate’ corresponde a Yorvi Apolonides Basurto Burgos, de 48 años, quien fue secuestrado la tarde del jueves 30 de marzo mientras conducía un camión lleno de cacao desde Viche a Quinindé.

El camión fue localizado la noche del jueves 30 de marzo con la carga, estacionado en la calle principal del barrio Los Jardines, en Quinindé.

Asimismo se informó que en la carretera, por el recinto Palma Real, hallaron una bota de la víctima y no tenían más pistas, hasta que la mañana de este viernes ‘asomó’ su cabeza en el parque, la cual, según las primeras indagaciones policiales, fue abandonada en la madrugada.

Otros reportados como desaparecidos

Este hecho agudiza el temor en Viche, donde también se encuentran desaparecidos Juan Antonio Cando Ortiz y Antonio Quishpe, quienes habrían sido secuestrados, asesinados y desmembrados, según videos que circulan en redes sociales, pero aún no encuentran ni una parte de sus cuerpos.

Juan Antonio Cando Ortiz, de 30 años, salió el martes 28 de marzo, como a las 09:00, de su casa en la parroquia Viche, para realizar un flete en su moto.

Asimismo, la tarde del miércoles 29 de marzo empezaron a circular videos en los que se veía que él y otra persona estaban maniatados.

Luego se divulgaron más filmaciones y fotos supuestamente de ellos muertos. A Cando le habrían cortado piernas y brazos, mientras que a la otra víctima, identificada como Antonio Quishpe, de 50 años, le habrían disparado en la cabeza.

La mañana del viernes 31 de marzo, familiares de los dos hombres seguían buscándolos por las orillas del río Esmeraldas, pues presumen que los habrían lanzado allí.

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