Un artefacto explosivo habría causado la muerte en el joven zuliano
Antoni José Serrudo Ramírez, de 19 años, era oriundo del sector El Cruce, ubicado en el municipio José María Semprún de la entidad zuliana.
El joven, que falleció este miércoles nueve de agosto en el Hospital Central de San Cristóbal, donde había ingresado con heridas graves y con sus extremidades superiores amputadas, habría sido víctima de un artefacto explosivo.
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De acuerdo con algunos familiares de Serrudo, la última vez que vieron al joven con vida fue en el mes de febrero de este año, cuando compartió con ellos en el cumpleaños de su progenitora.
«La última vez que compartió con nosotros fue el día de mi cumpleaños. Después nos dijo que iba a trabajar como jornalero en una finca. Desde ese momento no supimos más de él, hasta esta semana que nos informaron lo que le había pasado», dijo al equipo de Sucesos de La Nación, Luz Mary Ramírez, madre de Antoni José, quien junto a su esposo aguardaba su cadáver a las afueras de la unidad del Servicio de Medicina Forense de la región, ubicada a un lado del primer centro asistencial de la entidad andina.
Prosiguen las investigaciones
Desde la noche del día miércoles, cuando se dio a conocer la noticia del ingreso y posterior deceso de Serrudo Ramírez, funcionarios de la Brigada Contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas –CICPC- de la Delegación municipal San Cristóbal, iniciaron las pesquisas de rigor.
Hasta ese entonces se había filtrado a la prensa regional que la víctima había ingresado con fractura de cráneo, que tenía los antebrazos amputados, laceraciones y quemaduras. Sin embargo, sobre el origen de estas heridas no se tenía nada claro.
Tiempo después, tras las experticias de rigor, lo que se estaría manejando como hipótesis por parte de las autoridades es que el joven zuliano se habría visto afectado por el estallido de un artefacto explosivo; al parecer, una granada.
En este sentido, los familiares del joven, en medio de su dolor, comentaron que esperan que este hecho se aclare lo antes posible. Suponen que su hijo estaba limpiando en una zona de la unidad de producción cuando se encontró con el artefacto explosivo.
«Aunque nos quedan otros hijos, esto es un dolor que no se puede soportar, solo le pedimos a Dios fortaleza y que Antoni descanse en paz», añadió la madre, con voz queda.
No obstante, las pesquisas que adelantan los efectivos del cuerpo detectivesco dirán la última palabra en torno a las circunstancias que rodean el hecho.
Con información La Nación