“Vomitaba negro”: le hicieron un diagnóstico “no tan grave”, lo mandaron a su casa y murió a las pocas horas
Rodrigo Ortiz, un nene de 12 años con síndrome de Down y oriundo de La Plata en Argentina, empezó el pasado domingo a sentir dolores de barrigay a tener vómitos. Sus padres lo llevaron a un hospital, donde le diagnosticaron gastroenteritis. Como el malestar continuaba, lo trasladaron a otro: les dijeron que se trataba de un cuadro de deshidratación. En ambos casos, lo hicieron volver a su casa. Falleció horas después de ser atendido. Mientras se espera el resultado de la autopsia, la familia apunta a la atención médica y exige respuestas.
El adolescente perdió la vida este lunes en su casa, localidad de La Plata. Sus padres se quejan de que los profesionales de ambos centros médicos no lo dejaron internado pese a las molestias que presentaba.
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Primero, contaron, lo llevaron el domingo cerca de las 16 de la tarde al hospital Gutiérrez. En ese lugar, le hicieron un control y lo medicaron por gastroenteritis. Luego, lo mandaron a su hogar.
A la madrugada del día siguiente, el estado no presentaba mejoras por lo que lo trasladaron al hospital de Niños. Lo evaluaron y le diagnosticaron deshidratación. Le indicaron un tratamiento a seguir y lo devolvieron a su casa.
Cerca de las 10.30, la mamá del chico se dio cuenta de que su hijo no tenía signos vitales. Se comunicó con el 911. Al llegar a la casa ubicada en 121, entre 521 y 522, los policías confirmaron el fallecimiento. La causa fue caratulada como “averiguación causales de muerte”.
Gabriela Díaz, mamá de Rodrigo, explicó que todo comenzó el domingo cuando su hijo no paraba de vomitar. “El padre me dijo que lo veía mal”, precisó. Decidieron llevarlo al hospital Gutiérrez, donde le hicieron un breve examen y lo mandaron a la casa diciendo que era gastroenteritis.
El adolescente perdió la vida este lunes en su casa, localidad de La Plata. Sus padres se quejan de que los profesionales de ambos centros médicos no lo dejaron internado pese a las molestias que presentaba.
Primero, contaron, lo llevaron el domingo cerca de las 16 de la tarde al hospital Gutiérrez. En ese lugar, le hicieron un control y lo medicaron por gastroenteritis. Luego, lo mandaron a su hogar.
A la madrugada del día siguiente, el estado no presentaba mejoras por lo que lo trasladaron al hospital de Niños. Lo evaluaron y le diagnosticaron deshidratación. Le indicaron un tratamiento a seguir y lo devolvieron a su casa.
Cerca de las 10.30, la mamá del chico se dio cuenta de que su hijo no tenía signos vitales. Se comunicó con el 911. Al llegar a la casa ubicada en 121, entre 521 y 522, los policías confirmaron el fallecimiento. La causa fue caratulada como “averiguación causales de muerte”.
Gabriela Díaz, mamá de Rodrigo, explicó que todo comenzó el domingo cuando su hijo no paraba de vomitar. “El padre me dijo que lo veía mal”, precisó. Decidieron llevarlo al hospital Gutiérrez, donde le hicieron un breve examen y lo mandaron a la casa diciendo que era gastroenteritis.
Volvieron y se acostaron a dormir. Al despertar, a las 10,30, Gabriela se encontró con el peor escenario: «Me levanté y lo encontré muerto». Y apuntó, entre lágrimas: «Lo llevé al hospital para que esté mejor y terminó así, no lo puedo creer».
Ahora, la familia denuncia que en ambos hospitales hubo abandono de persona y pide una respuesta: «No le hicieron nada, ningún estudio, sólo le tocaron la panza». Y aclaró que ningún otro integrante de la familia sufrió algún dolor estomacal en los últimos días: «Ninguno estuvo descompuesto, ni siquiera mi otro bebé de dos años».
Por su parte, Cynthia -madrina del nene- señaló a TN que «le dijeron que el dolor era normal, que había que hidratarlo y que le den mucha agua». Y aseguró que los padres «están destrozados».
Este martes se conocerá el resultado de la autopsia al cuerpo del nene. La UFI Nº7, a cargo de la fiscal Virginia Bravo, inició la instrucción de la causa caratulada como «averiguación de causales de muerte».
El Clarín