Exdirectivo tecnológico asesina a su madre y se suicida tras mantener conversaciones con ChatGPT

Una tragedia familiar conmocionó a una exclusiva urbanización de Connecticut después de que Stein-Erik Soelberg, un exejecutivo de Yahoo de 56 años, asesinara a su madre de 83 años y posteriormente se quitara la vida.

Los hechos ocurrieron tras meses de mantener conversaciones delirantes con el chatbot ChatGPT, a quien el hombre identificaba con el apodo «Bobby».

Los hechos ocurrieron el pasado 5 de agosto en la residencia valorada en 2.7 millones de dólares que ambos compartían en Greenwich.

De acuerdo con la investigación policial, Soelberg habría desarrollado una obsesión patológica con la inteligencia artificial, alimentando una narrativa paranoica en la que creía que su madre, Suzanne Eberson Adams, conspiraba contra él.

Según reportes del New York Post, el exdirectivo activó la función de memoria del asistente digital, permitiendo que el sistema validara y reforzara sus ideas delirantes.

En intercambios revisados por medios, ChatGPT llegó a analizar un recibo de comida china, afirmando que contenía “símbolos demoníacos”, e incluso interpretó reacciones cotidianas de su madre como pruebas de una supuesta vigilancia.

Este caso coincide con una demanda interpuesta en California por otra familia, que alega que el mismo sistema reforzó ideas autodestructivas en un adolescente que posteriormente se suicidó.

Expertos en salud mental alertan que la inteligencia artificial puede debilitar la frontera entre la realidad y el delirio en personas vulnerables.

Soelberg arrastraba antecedentes de problemas psicológicos y crisis personales desde al menos 2018, incluyendo intentos de suicidio y denuncias por conducta errática.

Su madre, una exitosa corredora de bolsa y agente inmobiliaria retirada, había expresado recientemente a amigos su intención de pedirle que abandonase la vivienda.

Las autoridades confirmaron que la investigación permanece abierta, mientras la comunidad tecnológica reflexiona sobre los límites éticos y de seguridad en el desarrollo de inteligencia artificial.

Las autoridades confirmaron que la investigación permanece abierta, mientras la comunidad tecnológica reflexiona sobre los límites éticos y de seguridad en el desarrollo de inteligencia artificial.

El Cooperante