Cuatro mitos sobre el lavado del cabello
Muchos mitos giran en torno al champú y su uso, desde hace mucho tiempo se ha creído que la cantidad de espuma era un indicador de la efectividad del champú. Sin embargo no lo es, Teresa Climent, licenciada en Farmacia y Technical Manager de Nuggela & Sulé desmiente los mitos alrededor de la espuma y revela la verdad tras los tratamientos capilares que apenas la producen.
Cuatro razones que desmitifican a la espuma
– Fachada: La espuma es tan solo un reclamo sensorial, pues tal y como explica Climent, los activos que generan espuma son los sulfatos y otras sustancias que normalmente son añadidas a los champús. Esto es el resultado de una reacción que se produce cuando los agentes químicos entran en contacto con el agua y el aceite de nuestro cuero cabelludo. Como Climent comenta: «No caigas en la ‘burbuja capilar’ ni te dejes seducir por ella, los mejores champús no la necesitan para valorar su eficacia»
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Los mejores champús no necesitan espuma para validar su eficacia
– Maltrata al cuero cabelludo: En el proceso de lavarnos el pelo podemos llegar a dejar indefenso a nuestro cabelludo, esto se produce porque arrastramos tanto la suciedad, como los aceites naturales del cuero cabelludo
– Se ensucia más rápido: Cuando arrastramos los aceites naturales del pelo, el cuero cabelludo lo compensa segregando más aceite, lo que da la sensación de esta sucio. Así, tendemos a lavar más a menudo el pelo y entrar en un círculo.
– Riesgo de darle un mal uso: Cuando se produce mucha espuma da la sensación de que estamos limpiando mejor –o en profundidad- nuestro cabello, y es un error. La manera correcta en la que debemos enjabonar nuestro pelo es hacerlo de manera doble. La segunda lavada es la que nos va a aportar los ingredientes beneficiosos que tiene el champú.
DOS CONSEJOS
No te fijes en la espuma: Las fórmulas más densas y más complejas tienden a generar más espuma, de manera que acumulan un mayor número de ingredientes activos beneficiosos para la salud y la apariencia del cabello desde la raíz hasta las puntas.
Buenos ingredientes: Una vez prescindamos de fórmulas sin surfactantes y agentes espumantes, el siguiente paso es enfocarse en la calidad de los ingredientes y su propia formulación. Por ello, un champú libre de sulfatos una alternativa muy nutritiva para promover en engrosamiento y crecimiento del cabello, así como el freno a la caída capilar
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