Visita de María Corina al TSJ sorprende opinión política bajo la observación atenta de los Estados Unidos

Rompió la camisa de fuerza impuesta por la dureza de su discurso y apostó por el pragmatismo de la estrategia. María Corina Machado, candidata unitaria de la oposición, sorprendió a tirios y troyanos, al acudir la tarde de este viernes al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para presentar una demanda de amparo cautelar para lograr su habilitación política.

Fuimos al TSJ a desafiar a Maduro y al régimen con una demanda de reclamación por vía de hecho. Fuimos a dejar claro en el documento que introdujimos que no estoy inhabilitada. Es un acto inexistente”, sostuvo Machado luego en rueda de prensa.

Lo más significativo en el movimiento de ajedrez político y jurídico fue que la información trascendió públicamente desde un tuit de la Embajada de los Estados Unidos en Colombia. “Hubiera preferido anunciarlo yo”, expresó con tono de molestia a su salida de la sede del Poder Judicial, en Caracas.

“Están buscando excusas para impedir contarse conmigo. Por eso hoy estamos aquí, para que esa verdad que todos sabemos, de que no nos van a sacar de la ruta electoral, los venezolanos la tengan hoy reafirmada. Voy a hacer todo lo que haya que hacer y nosotros vamos a llegar hasta el final. La pelota está en la cancha del régimen. Ahora es a ellos los que les toca cumplir. No hay excusas para que se salgan de la ruta electoral”, declaró.

Buena jugada

Para Jorge Morán, politólogo, la acción resultó un acierto.

Lo primero es que llama la atención por lo sorprendente. Agarró a todo el mundo fuera de base, incluyendo al Gobierno, que se frotaba las manos ante la posibilidad de un nuevo debate dentro de la oposición que profundizara la división, esta vez en torno a un nuevo candidato. Ese debate se aplaza hasta que se defina la recuperación o no de los derechos políticos de María Corina Machado”, sostiene.

Para el analista político, la jugada, sin dudas, toma desprevenido al gobierno. “Comunicacionalmente, puede tener un efecto positivo en términos de que ensombrezca el efecto del referéndum del 3 de diciembre. Y ahora, como expresaba María Corina, la pelota está del lado del gobierno, que tendría que liberar presos políticos, por ejemplo”.

TSJ, ¿desestimará?

Morán advierte que toca poner la lupa al procedimiento legal que Machado introdujo en el TSJ, porque, sin ser experto jurídico, puede que no sea necesariamente lo que el Gobierno esperaba que hiciera y con cualquier tecnicismo jurídico podría desestimar la solicitud.

“Resultaría interesante saber si los aliados de Machado sabían de esto. ¿Qué pasó con los otros dirigentes políticos inhabilitados? ¿Capriles, Superlano? ¿No hicieron ninguna solicitud ante el TSJ por respeto a la posición inicial de María Corina de no recurrir al TSJ, por convicción o porque creían que sería un proceso fallido?”, añadió.

De acuerdo con Ruth Guerrero, profesora de Ciencias Políticas, la visita a última hora de Machado al TSJ puede explicarse desde la óptica de la protección del Acuerdo de Barbados. “Entendiendo qué el gobierno facilitó el instrumento y ella no se podía negar, porqué automáticamente se autoexcluía de la vía electoral, única vía en los sistemas democráticos para garantizar la alternancia en el poder, por la vía libre y pacífica”.

Guerrero considera que la medida confirma qué las inhabilitaciones son un tema político más no jurídico. “Su conducta fue una conclusión de acuerdos y negociaciones”.

Error estratégico

Luis Peche Arteaga, politólogo e internacionalista, coincide con Morán y Guerrero al asegurar que la decisión de Machado es una decisión correcta desde el punto de vista estratégico.

De no haber ido, el chavismo diría que ‘ellos establecieron un mecanismo para levantar las inhabilitaciones y ella no quiso participar en ello porque su interés no es electoral’.

Sin embargo, considera un error que la noticia fuera anunciada a través de un comunicado a través de los Estados Unidos. “María Corina debió ser quien diera la noticia y explicase el razonamiento que la llevó a esta decisión”, considera.

Y sobre este tema, Morán resalta lo que considera una “obvia injerencia” del gobierno de Estados Unidos en este tema. “Están empeñados en que el Acuerdo de Barbados tenga éxito y en ese empeño hacen cosas inadecuadas como lo del tweet de la embajada”.

La reacción del gobierno no se hizo esperar. Este mismo viernes, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional y jefe negociador en los diálogos con la oposición, rechazó el apoyo que manifestó la Embajada de Estados Unidos, a Machado. “Venezuela no acepta directrices de nadie”, afirmó en un mensaje en la red social X al tiempo que denunció que esta embajada “es una oficina de propaganda al servicio de los más oscuros intereses contra la paz de Venezuela”.

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